¡Mi generoso ilimitado Dios!

Sábado 1-24-2015   Lecturas:     Éxodo 9-11       Lucas 24

Escritura:  Lucas 24:46-49 "Y les dijo:  Así está escrito, que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día; y que en Su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.  Vosotros sois testigos de estas cosas.  Y he aquí yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre, pero vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto."

Observación:  Las palabras claves de Jesús en su final comisión: " en Su nombre se predicara" .  Debéis ir en mi autoridad y en obediencia a mi mandato.  "el arrepentimiento":  Este es el primer componente que ÉL menciona en su mensaje.  No es un mensaje que les gusta oír a la gente.  Nadie quiere oír que está equivocado.   Ahora "para el perdón de los pecados". ¡Por cierto que estas son buenas nuevas!  "A todas las naciones, comenzando por Jerusalén":  Este mensaje no se limitaba a los judíos.  Es para toda nación, comenzando con Jerusalén, pero no limitado a Jerusalén.   "Vosotros sois testigos de estas cosas"  Estamos en una posición única.  Tenemos el privilegio de haber experimentado personalmente aquello que vamos a predicar.  " Yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre."  No los estoy enviando solos.  El Espíritu Santo va contigo.   Esto era la idea del Padre.   Es Su divina Promesa.  ”Pero vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto.".  Ahora tienen el mensaje.  ¡Vayan!  Pero quédense aquí hasta que...!  No nos pide que salgamos corriendo a la batalla sin la provisión celestial.  

Aplicación:  A primera vista parece confuso. "¡Vayan!  Pero quédense!  ¡Luego VAYAN!  Me recuerda de las luces del semáforo en el boulevard.  ¡Verde!  ¡Amarillo!  ¡Rojo!  Pero ahora verde otra vez!  Cuántas veces he visto verde desde casi un kilómetro.  Estoy apurado.  Siempre estoy apurado aunque tengo el día libre J.  Aprieto el acelerador y lo levanto a 80… luego a 90.  Le voy a ganar esa la luz!  Pero justo cuando me faltan solo 100 metros… la luz amarilla, y tengo que pegar un frenazo porque sé que después viene la roja.  Jesús me dice VE.  Regresa a la Argentina ¡Yo te envío! Y yo salto sobre mis pies para ir.  Pero, "Espérate un poco, hijo mío, aún no estás listo.  Tengo un regalo para tí.  Necesitas una renovación del poder de Mi Espíritu."  Y puede que sea horas o días más tarde...  "Ahora, levántate y ve.  Ve... guiado por Mi Espíritu, más lejos que antes.  Vete con más poder y confianza en Mi Espíritu Santo de lo que jamás hubieras experimentado antes.  ¡Vete!  ¡Y YO iré contigo!

Oración: Sí, Señor, yo te oigo.  Tú ya me has dado tanto.  Algunas veces pienso que mi copa está llena y rebosando.  ¿Pero aun tienes más para mí?  ¿Tienes algo nuevo y maravilloso para mí?  Me haces acordar de mi viejo profesor bautista de 82 años, el Dr. Milliken, en el Western Conservative Baptist Theological Seminary que una vez en privado contestó a mi pregunta.  "Busca el Espíritu Santo, pero cuando recibas Su bautismo, no seas como los pentecostales que piensan "Ahora lo tengo".  Después de una pausa agregó:  "No hay límites para los dones de Dios."  ¡Oh, Señor, hoy tengo hambre, me rindo a Tus pies... y espero. ¡Porque Tu eres mi generoso, ilimitado Dios!

Rafael.